Una vez, mi padre me dijo que las palabras y las letras contienen los secretos del universo. Que en sus formas y sonidos podría encontrarlo todo y llegar más allá de mí misma, alcanzar algo especial, perfecto. Una vez, mi padre me dijo que podía llegar al oído de Dios (...) que las letras y las palabras me guiarían para llegar más allá de mí misma, para saber que el mundo volvía a estar recompuesto y como los antiguos místicos, Dios fluiría a través de mí. Y estaríamos juntos...
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